Secretos del pasado by Katherine E.Green

autor:Katherine E.Green
La lengua: spa
Format: epub
Tags: romance, misterio, suspenso, fantasmas, regencia
editor: Katherine E.Green
publicado: 2023-02-14T00:00:00+00:00

ERA DE ESPERAR QUE la reacción de Arlington por la presencia inesperada de Ansbourg fuera de hostilidad, pero no imaginé que estuviese tan herido ni ofendido por mi solapado rechazo a su propuesta matrimonial. Ignoro qué le hizo pensar que yo le aceptaría, imaginó que estaba tan desesperada por abandonar esa casa y por casarme que le aceptaría o por vanidad, se creía el mejor partido de la temporada, lo cierto es que su actitud cambió.

Una mañana durante el desayuno, para romper ese silencio cargado de enemistad me dijo:

— Así que ha hecho amistad con Lord Ansbourg querida prima. Déjeme que le advierta algo: ese hombre amaba desesperadamente a su esposa y jamás tendrá serias intenciones, en cuanto usted intente comprometerle, huirá. No diga que no se lo advertí. Conozco bien a ese hombre. — La situación entre ambos era tensa, casi no nos hablábamos y el daba largos paseos por el bosque. Estaba deseando que se fuera, pero de eso no hablaba nunca, aunque debía estar aburriéndose bastante ahora que ni siquiera contaba con mi compañía. Sin embargo, se quedaba lo que me hizo pensar que tenía una razón de peso. Debía seguir hurgando en el cuarto de tía Delia, buscando algo que era de vital importancia, pero ¿qué? No podía siquiera imaginarlo.

— Le agradezco su preocupación Arlington, pero no necesito de ella. Ni se atreva a interferir. He tenido que soportar su presencia demasiado tiempo, y he intentado ser cortés cuando usted intentó convencerme de que estaba loca. Ahora es usted el que tiene miedo. Nunca iba a casarme con usted lo lamento, jamás le di a entender que lo haría y su petición fue bastante inesperada, una decisión desesperada diría yo. Ahora le agradecería que me dejara en paz.

— ¿Qué le hace pensar que estoy furioso, y que me afecta su rechazo? Se equivoca.

— ¿Entonces por qué no se marcha de una vez? Ya ni siquiera conversa con tía Delia. ¿Por qué se queda? ¿Acaso no extraña su heredad? — le dije y no me importó ser grosera y directa.

El joven caballero elevó una ceja fingiendo sorpresa. —¿Me está echando Señorita Gladstone? ¿Aún no hereda y ya pretende mandar en esta casa? Lamento decirle que voy a quedarme hasta que se me antoje hacerlo.

— Por supuesto que se quedará, necesita hacerlo, por alguna extraña razón ha de encontrar encantadora nuestra compañía. Tal vez espere hacerme cambiar de idea, pero temo que perderá el tiempo. Nunca podría confiar en ud.

— Tomo sus palabras y la disculpo Señorita Gladstone, temo que ha heredado las rarezas de mi tía Josefina. Solterona, vacilante y aunque por fortuna su enamorado no es un fantasma si tiene un fantasma viviendo bajo este techo, en el ático. ¿No es así? ¿Allí guarda al infeliz Alfred? Temo que deberé decirle a su tía que mantiene bajo su techo a ese hombre a escondidas. ¿Qué dirá Lord Ansbourg? Porque el hombre que vi allá arriba no tenía nada de fantasma, ¿sabe? ¿Por eso quería que fuera?

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